сладкие сны





I
Te voy a contar lo que soñé hoy, estaba en un lugar desconocido, pero sabía que era mi casa, me llegó una carta en un globo de papel dorado, y dentro había otro globo que en realidad era de oro, era de Sara, me salía de la casa y caminaba para poder leer la carta, que en realidad estaba escrita sobre el globo de oro, algo pasaba con el aire, si lo dejaba salir el mensaje se perdería, la carta tenía la razón de porqué había enloquecido. Caminé por un corredor inmenso, luminoso, de una lado estaban los recuerdos, todos juntos y del otro lado la razón de porque había enloquecido, porque había enloquecido, porque había enloquecido. Caminé por una calle estrella, con enredaderas por todos lados, pero luminosa, con esa luz de lluvia, y del lado los recuerdos eran fotos que se superponían, llegué a una casa, ahí estaba Sara, vivía sola en esa casa de madera, y sentí alivio por ella, por fin había escapado de sus padres, pero me di la vuelta, por esta costumbre de no leer las cosas frente a quien las escribe, en el momento de leer la razón de la locura, me desperté.


II

Soñé que estaba lloviendo, iba saliendo del trabajo, y la encontraba en el camellón, al otro lado de la calle, sonrío para saludarme, un carro paso entre nosotros, crucé la acera, a mi lado pasó alguien vestida igual que ella, pero ya no era ella.

III
Me estaba mudando de casa, era una casa obscura, al salir habían miles de departamentos que se conectaban por escaleras extrañas, el interior del edificio era naranja y había enredaderas cubriendo las paredes. Casi acababa de empacar cuando entró un ladrón, un hombre muy joven, le dije no me hagas nada, llévate todo, eran cajas de libros que ya no me interesaban, me dijo que si, pero tenía que llamar a otros amigos, por lo menos a otros dos, en segundos sus amigos entraron, cargaron con todas las cajas, uno de ellos conectó un bote lleno de estrellas al interruptor más lejano, una luz intensa se escabulló por los rincones de la sala, los muebles viejos, las cajas amontonadas, hasta llegar a mis ojos. En ese momento me desmayé. Cuando desperté no había nada, pero el primer ladrón me dejado una carta, un papel blanco con un mensaje escrito con crayolas de colores, regresé al cuarto donde dormía para leer la carta, sólo había un catre y una puerta tapizada, pero un hombre pudo atravesarla, era el casero, me gritaba palabras incomprensibles, me regañaba por dejar que se llevaran todo, se dirigió a la nevera, sacó su comida y se marchó (era una olla negra de asas amarillas, jamás pude ver al comida). Me senté en el catre con la carta en mi mano, la luz que me hizo desmayar volvió a inundar el lugar, entonces desperté.

IV
Ya son dos cartas que no puedo leer, ¿crees que sea normal? ¿será que me quiere mandar un mensaje? Pero como estoy tan ocupada. Debería soñar con ballenas azules, aunque no sean ballenas ni la azul, ni la jorobada, son rocural, no pertenecen a la familia balaneidae. Y la otra vez, cuando la encontré y después desapareció. Las ballenas estaban cantando, dando saltos, una danza de sirenas enormes, una sonata de Bach estaba de fondo y una mujer con cabellos dorados y voz de niña hacía los coros para el espectáculo. ¿Será que me quiere mandar un mensaje? Pero como estoy tan ocupada. Desperté con la cara empapada en sudor, desperté con la cara empapada en sueños, por el orificio de la puerta una ballena me sonreía.

V
Era un residencial bastante exclusivo, las casas estaban una alejada de la otra, debajo de la tierra había un hobyt que te permitía el acceso, podías flotar en lugar de caminar, al entrar había un laberinto, muchos pasillos llenos de luz amarilla, muy calidos, había gente con atuendos muy elegantes, parecían elfos, pero más humanos y flotaban, todos flotaban. Ahora que lo pienso quizá fui a La Tierra Pura, al Sukhavati, donde no necesitas hablar para comunicarte, todo lo que necesitas saber lo ves en el rostro de las personas, pero eran personas distintas, como si estuvieran hechas de vapor e irradiaban luz, y flotaban, todos flotaban.

VI
Al día siguiente despiertas y te miras al espejo. Deberías escribir de la geosmina, que en griego significa olor a tierra, es un alcohol producido por cierta clase de bacterias y liberado cuando el microorganismo muere. Al día siguiente  despiertas y te miras al espejo, tu rostro contiene el mensaje que ella siempre te quiso dar. La sustancia permanece en la tierra hasta que caen las primeras gotas de lluvia, En la mitología griega, se conoce como la esencia que corre por las venas de los dioses. Al día siguiente despiertas, te miras al espejo, eres tú, pero con el rostro de ella.

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